
lunes, 25 de mayo de 2009
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Gorín y Bernardo esperan en la puerta del corral, divirtiéndose contemplando los juegos de las gallinas y de los gallos subiendo y bajando la cuesta negra del estercolero. La Pedresa picoteaba más deprisa que las otras. Y cuando levantaba la cabeza, decía Gorín, riéndose mucho, agachado, con las manos en las rodillas, que parecía que la gallina les estaba haciendo burla. Raposo. Retablo infantil Manuel Llano